Conocido en Galicia como Mico o Micho, el gato es uno de los animales típicos de la casa rural gallega. El felino era muy apreciado pues mantenía la casa y los graneros libres de ratones.
El gato gallego tiene pelaje en colores variados; puede ser blanco y negro, negro, gris con rayas o anaranjado con rayas como este gato de cobertizo.
En el folclore gallego, el gato siempre fue considerado como un animal meteorológico y se pensaba que muchos de sus actos en algunos días predecían el tiempo. Así, cuando el gato corría mucho por la casa era señal de viento, y cuando se lavaba la cara anunciaba una visita o lluvia próxima.